¿Qué es un contrato fijo discontinuo?
El contrato fijo discontinuo ha ganado gran protagonismo tras la última reforma laboral y cuyo uso ha aumentado muchísimo en los últimos meses.
Uno de los principales objetivos de la Reforma laboral de 2022 fue limitar el uso de los contratos temporales. Para ello, no solo se modificaron los tipos de contratos temporales y su regulación, sino que se buscó impulsar los contratos fijos discontinuos, que hasta el momento eran los grandes olvidados dentro de la legislación laboral. Con ello, este tipo de contratos ha ganado gran protagonismo en el último año y su uso se ha multiplicado de manera más que evidente.
Antes de entrar en vigor la legislación actual, los contratos fijos discontinuos se conocían poco más que por ser los utilizados para contratar a aquellos trabajadores que prestaban sus servicios en lo que serían “actividades de temporadas”, es decir, para cubrir actividades intermitentes que no se repetían en fechas ciertas; un ejemplo de estas actividades serían las propias del campo y la agricultura.
¿Cuándo se debe utilizar un contrato fijo discontinuo?
Sin embargo, con la última reforma laboral a estos contratos se les ha dado una regulación más amplia y ahora sirven para cubrir muchos otros tipos de relaciones laborales. A continuación analizamos estos distintos supuestos en los que cabe utilizar esta modalidad contractual
- En primer lugar, debemos destacar que el contrato fijo discontinuo se debe seguir usando para la actividad que veníamos indicando y que históricamente es la más conocida: para cubrir trabajos que tengan carácter estacional o estén vinculados a actividades productivas de temporada. Como decíamos, un ejemplo serían los puestos de trabajo vinculados al sector agrícola o los que surgen en las estaciones de esquí (ya que no se sabe con exactitud cuándo habrá nieve suficiente para abrir las pistas y pueden cambiar las fechas de contratación de un año a otro).
- En segundo lugar, con la Reforma laboral también se prevé que el contrato fijo discontinuo se use para cubrir aquellos servicios que sean de prestación intermitente y tengan periodos de ejecución ciertos, reales (es decir que exista la necesidad de que se ejecuten), sin importar si esta ejecución es en fechas determinadas o indeterminadas. Un ejemplo de prestación de servicios intermitente en fechas determinadas lo serían los puestos de trabajo que surgen con ocasión de las rebajas, que suelen ser siempre en las mismas fechas año tras año. Por otro lado, como ejemplo de servicios intermitentes prestados en fechas indeterminadas podríamos tener al personal de grada que se necesita en los estadios de fútbol, ya que a principios de temporada no se sabe cuántos partidos llegará a jugar ese equipo ni en qué fechas concretas se necesitará al personal.
- La Ley también prevé que se deban usar los contratos fijos discontinuos para cubrir actividades que surjan como consecuencia de contratas mercantiles o administrativas. Por ejemplo, una empresa de seguridad que va siendo contratada por otras empresas para cubrir la vigilancia de sus instalaciones. En este caso el contrato que tendrá que realizar la empresa de seguridad con sus empleados no podrá ser un contrato temporal que se extinguirá con la finalización de la contrata, sino que deberá optar por hacerles un contrato fijo discontinuo.
- También se prevé el uso de estos contratos en los casos de ETT (empresas de trabajo temporal) con sus trabajadores sin perjuicio de que luego los ponga a disposición de otra empresa.
La formalización del contrato
Habiendo visto en qué supuestos se debe celebrar este tipo de contrato, debemos tener claro cómo se formaliza. Es necesario que sea por escrito y que se indique: la duración del periodo de actividad, la jornada a realizar por el trabajador y su distribución horaria.
Además, cabe destacar que la relación laboral estará compuesta por los periodos de trabajo efectivos y por los periodos de descanso o inactividad. Cada vez que la empresa necesite incorporar al trabajador a su puesto de trabajo o bien porque empieza la temporada, o bien porque le ha surgido una contrata, deberá realizar lo que se conoce como el “llamamiento”. El empresario deberá notificar por escrito al trabajador de su reincorporación y de las indicaciones precisas para ello. Los convenios colectivos serán los encargados de determinar la antelación que se debe dar en cada caso. En caso de que un trabajador no se reincorpore tras el llamamiento del empresario, se podrá considerar como una dimisión.
Del mismo modo, en caso de que un trabajador no haya sido llamado una vez empezada la actividad, esta falta de llamamiento podría ser considerada como un despido y facultarle a iniciar las reclamaciones pertinentes.
¿Cómo se calcula la antigüedad de un contrato fijo discontinuo?
Por último, un aspecto que también genera muchas dudas acerca del contrato de fijo discontinuo es el cálculo de la antigüedad. Por lo general se establece que la antigüedad de los fijos discontinuos se calcule teniendo en cuenta toda la relación laboral desde la firma del contrato de trabajo inicial y no solo el tiempo de servicios efectivos prestados.
Sin embargo, para el cálculo de la indemnización por despido los periodos de descanso o inactividad no computarían, solo se tendrían en cuenta los efectivamente trabajador. No sería así para el cómputo de complementos salariales (trienios, quinquenios) para los que parece que sí se utiliza el periodo total de la relación laboral incluyendo también los periodos de inactividad.
Sobre los autores:
Paula Puigmal
DiG Abogados