En periodos de crisis económica como el actual hay una serie de aspectos que es necesario gestionar en toda empresa. Uno de los fundamentales y que hay que enfocar correctamente a muy corto plazo es la gestión de la liquidez.
Evidentemente, tomar las medidas laborales, comerciales y productivas adecuadas para asegurar el futuro del negocio es muy importante, pero toda empresa que quiera sobrevivir en un periodo de crisis aguda debe centrar sus esfuerzos inmediatos en asegurar un flujo de liquidez suficiente.
Muchas empresas con un negocio sano y una buena posición en el mercado pueden no llegar a la recuperación económica por la falta de la liquidez necesaria para hacer frente a los efectos iniciales de la crisis.
¿Cómo podemos asegurar la gestión de la liquidez de la empresa?
Algunos de los aspectos que habrá que tener en cuenta para asegurar la liquidez de la empresa son los siguientes:
- Negociar con las entidades financieras con las que se trabaja habitualmente para, o bien conseguir nuevas líneas de financiación, o bien renegociar los vencimientos de las deudas existentes. Esta actuación con las entidades financieras se debe realizar cuando todavía la crisis de liquidez no se ha manifestado en toda su crudeza. Para poder negociar correctamente hay que tener un cierto margen de maniobra, hay que anticiparse al momento en que la necesidad de liquidez sea acuciante.
- Gestionar adecuadamente el circulante. En el activo de toda sociedad hay una serie de palancas para conseguir liquidez:
Hay que gestionar activamente los cobros de nuestros clientes. Cobra antes quien insiste que quién no lo hace. Quizás un pequeño descuento por pronto pago puede acelerar el cobro de la deuda. No es importante el coste financiero, lo es más la disposición de la liquidez. Además, una deuda cobrada á tiempo nunca se convertirá en un impagado.
Hay que monetizar las existencias. Con una revisión concienzuda de nuestro almacén veremos qué productos se pueden vender a un precio razonable o qué productos se pueden incorporar al proceso de producción. No es tan importante conseguir un margen un punto mayor o menor, como convertir las existencias en dinero.
Hay que obtener todos los créditos que nuestros acreedores nos puedan facilitar, bien sea con proveedores habituales que puedan alargar el plazo de pago, bien sea aprovechando los aplazamientos que las entidades públicas pongan a disposición de la empresa.
- Revisar críticamente los gastos ordinarios de la empresa. En las épocas de bonanza es habitual que no se sea lo suficientemente riguroso con el análisis de los gastos y se acumulen costes que en época de crisis pueden ser considerados no imprescindibles. La identificación de estos costes y su rápida eliminación no serán una fuente directa de liquidez, pero sí pueden suponer un ahorro que permita dirigir la gestión de la liquidez existente a cubrir las necesidades más perentorias.
Gestionar financieramente de forma adecuada una empresa en una situación de crisis puede ser absolutamente imprescindible para, en su momento, poder enfocar los esfuerzos de la organización en la recuperación que, antes o después llegará.
La teoría es fácil. Lo difícil es diseñar una estrategia adecuada a las necesidades específicas de cada situación así como ejecutarla de forma eficiente. La visión de un tercero externo, no mediatizado por el conocimiento del día a día de la empresa, puede aportar nuevos enfoques y poner de manifiesto nuevas oportunidades.
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DiG Abogados