Entrevista con el Socio y Abogado Francisco José Vinaches
En el imaginario colectivo, cuando pensamos en un bufete de Abogados, lo primero que nos viene a la mente es un despacho clásico, abarrotado de libros, con muebles recios donde nos hablan solemnemente y con palabras técnicas difíciles de entender. Sin embargo, la realidad es otra muy distinta, hoy en día los despachos de abogados son en realidad lugares donde trabajan profesionales de todas las edades y perfiles donde se fusiona la experiencia de los abogados veteranos junto con la innovación de los nuevos talentos.
Para acercarnos un poco más a las personas que hay detrás de la profesión y acercar la figura del abogado a nuestros clientes hemos querido conocer un poco más de cerca el día a día de uno de nuestros profesionales: el Abogado Francisco José Vinaches, que además es socio y asesor fiscal en DiG Abogados.
¿Cómo fueron sus inicios en DiG Abogados Barcelona?
Empecé en el año 1986 como ayudante en el departamento de administración y contabilidad por las mañanas, mientras acababa la carrera por las tardes. Tras acabar la carrera en el año 1989, me incorporé a una compañía de Auditoria donde adquirí, entre muchas otras cosas, los conocimientos de contabilidad necesarios e imprescindibles, en mi opinión, para ser asesor fiscal. Durante el año 1993 me fui incorporando paulatinamente al departamento fiscal de DiG Abogados. En un primer momento, conté con el apoyo de los socios más veteranos y su formación, hasta que tuve la suficiente confianza y experiencia para gestionar mi propia cartera de clientes.
¿Por qué eligió el área de fiscal?
Más bien la especialización en Derecho fiscal me escogió a mí y no al revés. Cuando empecé, el despacho aún era pequeño, por lo que todos hacíamos un poco de todo. Por aquel entonces necesitaban refuerzo en ese área, y me especialicé en llevar el área fiscal tanto de empresas, como de personas físicas.
¿Cómo recuerda sus primeros años de profesión?
Recuerdo los primeros años y los primeros clientes con mucho vértigo. La tecnología ha mejorado mucho nuestro trabajo: antes debías estar moviéndote constantemente de arriba abajo y tenías que tener cierto arrojo y ser muy despierto. En mi caso al ser una persona extrovertida, me resultó muy grato ganarme la confianza de mis clientes, ellos también lo agradecen.
Su despacho se caracteriza por apostar por el talento joven y la innovación. ¿Qué consejo les daría a los que empiezan?
Hoy en día los jóvenes llegan muy preparados a los despachos y con prácticas a las espaldas que ya les dan un baño de realidad.
Mi consejo es que no le tengan miedo a equivocarse, al menos al principio, que no se anticipen en las respuestas por muy seguro que se esté y contrastar todo, pero por encima de todo hay que escuchar al cliente, dedicarle las horas necesarias, conocer sus necesidades e incluso adelantarse a ellas.
¿Qué perfil de cliente es el que recurre a un asesor fiscal?
En DiG Abogados estamos especializados en empresas familiares y pequeñas y medianas empresas (PYMES), justamente porque vienen buscando un trato personalizado, claro y cercano. Al fin y al cabo, detrás de cualquier consulta siempre va haber una persona física. En el caso de nuestro despacho, también hemos sabido captar el relevo generacional de empresas que pasan de padres a hijos, antes incluso de que este relevo se produzca, dándoles entrada en nuestras reuniones para hacerlos partícipes desde temprano y así generar confianza como para que sigan con nosotros.
En mi caso particular me he especializado en planificación familiar y empresas, procurando ofrecer asesoramiento tanto a los responsables actuales de estas, como a los futuros.
¿Prevé un repunte de consultas ante los cambios legislativos propuestos por el nuevo Gobierno?
Aunque las nuevas medidas fiscales están todavía solamente sobre la mesa, claramente cuando se prevén cambios legislativos que afectan en materia fiscal las consultas aumentan. Por ello, es importante estar siempre actualizado y adelantarse a los posibles cambios legislativos y tener una previsión. Con el nuevo gobierno se esperan una serie de medidas fiscales nuevas como la subida en las escalas del IRPF a las rentas altas y la bajada del mismo a las rentas más bajas, la exigencia de un tipo mínimo de impuesto de sociedades, independientemente de los beneficios fiscales de los que ya dispongan las empresas y una subida del último tramo del 23% al 27% a aquellas personas físicas que se benefician de rentas y dividendos. También entre el 2020 y el 2021 se pretende armonizar el impuesto del IVA a nivel Europeo.
Sobre el autor:
Azahara Carretero
DiG Abogados