La reciente normativa de protección de datos personales (Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales) ha afectado, en mayor o menor medida, a prácticamente todos los sectores empresariales, introduciendo nuevos aspectos y obligaciones a tener en cuenta a la hora de tratar con datos personales.
Uno de los sectores más afectados por la legislación en materia de privacidad ha sido el sanitario, pues debe tenerse en cuenta que los historiales clínicos de los pacientes incluyen datos personales especialmente sensibles que deben ser meticulosamente protegidos.
Entre las obligaciones a cumplir por los centros sanitarios, encontramos la de disponer de la figura del Delegado de Protección de Datos (“DPO”) la cual será obligatoria en aquellos centros donde se mantengan las historias clínicas de los pacientes (a excepción de los profesionales que ejercen su actividad individualmente).